La fuerza de trabajo española está siendo sacudida. En las próximas décadas, en razón de las profundas transformaciones que están sufriendo algunos índices demográficos clave, el mundo laboral español lucirá y funcionará de forma muy diferente a como lo hace hoy. Exploremos juntos un asunto del que se habla desde hace tiempo, pero al que pocas soluciones se han buscado: los Baby boomers tienen que prepararse para la jubilación.
Las compañías deben hacer un serio trabajo de preparación para este gigantesco cambio demográfico. Al mismo tiempo, existe una dificultad extra: si bien el cambio es inevitable, hay una profunda incertidumbre relativa al cuándo (y cómo de rápido) ocurrirá.
¿Un verdadero tsunami o un suave chirimiri?
El retiro de los boomers significa que más del 40% de la fuerza de trabajo se habrá ido en la próxima década. Sin embargo, este “tsunami” que muchos economistas han previsto aún no se ha producido totalmente. Dada la fragilidad de los fondos de pensión, es posible que muchos boomers decidan no jubilarse cuando les corresponda. Si lo hacen, las empresas perderán muchísimo de su talento. Y tengamos presente que este talento será muy difícil de reemplazar. La Generación X es relativamente escasa y los millenials tienen una idea muy diferente de cómo desean trabajar.
¿Qué ocurre si los boomers no se retiran? Las empresas no lo tienen aún claro. Los costes de sanidad y las pensiones probablemente se disparen, y las compañías deberán enfrentar importantes desafíos. Uno de ellos será mantener tecnológicamente al día a un equipo de trabajo mayor.
¿Un adiós o un hasta pronto?
Algunos pensionistas dirán un adiós definitivo al mercado laboral. Y los empresarios tendrán que enfrentarse al tradicional desafío de renovación de la nómina: si cuentan con un equipo de empleados con mayoría de boomers, deben comenzar a reemplazarlos pronto; de lo contrario, se enfrentan al riesgo de tener que frenar totalmente su actividad. ¡Sin empleados suficientes, no hay empresa que prospere!
Pero cada vez más empresarios descubren un desafío más moderno: en los trabajos más cualificados, existe un importante riesgo de que los “pensionistas” abandonen su empleo solamente paraemprender, empezar sus propios proyectos. De este modo, estos empleados de cuello blanco ya no son empleados, sino que se convierten en serios competidores.
Estudios recientes muestran que casi dos tercios de la población activa (de 16 a 64 años) prefiere una transición gradual hacia la jubilación. Un informe de la Fundación Kauffman descubrió que, este año, los baby boomers tienen el doble de oportunidades de empezar un nuevo negocio que los millenials.
Ya sea que decidan un retiro absoluto del mundo laboral, o que elijan continuar su carrera como jefes, las empresas deben prepararse seriamente para el impacto que sufrirán por la merma de su talento humano.
Entonces, ¿cómo puede prepararse la empresa para la jubilación de los baby boomers? Pues una buena manera es empezar con estos tres consejos.
Cómo prepararse para la jubilación: el boom de los retiros
1. Comenzar un programa intergeneracional de mentoring puede ser clave para facilitar la transición de unos trabajadores a otros
Una forma de hacerlo es emparejar a un empleado boomer con un millenial o Generación X, y reservar tiempo para que se enseñen nuevas habilidades mutuamente. Los boomers son sumamente hábiles en relaciones interpersonales y en las intrigas de oficina. Han aprendido a lidiar con múltiples personalidades en la escuela, en el trabajo y en la vida social.
La Generación X puede ofrecer algo de lo que tanto boomers como millenials carecen: concentración. Esta proviene de su habilidad de afrontar las cosas de manera pragmática y realista. Adicionalmente, el cinismo atribuido a la Generación X los convierte en grandes abogados del diablo – una habilidad que puede ser altamente útil para otras generaciones.
¿Y qué pueden enseñar los millenials a los X y a los boomers? Pues claro: ¡tecnología! Si eres Generación X, eres un inmigrante digital; si eres boomer, eres el padre de un inmigrante digital, un miembro de la vieja escuela. Los millenials, sumergidos desde niños en los nuevos lenguajes de comunicación, son los verdaderos nativos digitales. Pero eso no es todo lo que pueden ofrecer, también pueden enseñar cómo mejorar los procesos de innovación. Además, pueden explicar cómo adoptar una perspectiva global a la resolución de cualquier problema.
2. Instaurar opciones laborales flexibles ayuda a comenzar a adaptarse a lo que será la jubilación
Pensando sobre todo en los baby boomers, permitiéndoles que trabajen a tiempo parcial (o incluso solo parte del año laboral) según sus preferencias. Un estudio de la Asociación Estadounidense de Personas Retiradas (AARP, por sus acrónimos en inglés) descubrió que lo que más desean los boomers al llegar a los 65 años es:
- Seguridad financiera.
- Mejor salud.
- Posibilidad de viajar.
- Tiempo para compartir con familia y amistades.
Un arreglo flexible de las horas de trabajo podría ayudar a estos empleados a cumplir sus metas, y simultáneamente facilitarle a la empresa una transferencia de talentos progresiva y eficiente. Por lo pronto, la compañía podría instituir un programa de trabajo compartido. En este, el empleado boomer reparte sus tareas con un colega más joven, al que instruye en el proceso.
3. Para prepararse para la jubilación de los más veteranos, hay que invertir en educación y programas de aprendizaje para los más jóvenes
Sobre todo para empleados jóvenes y posibles talentos. Con programas de prácticas para estudiantes, se puede instruir a los futuros talentos con las habilidades necesarias para integrar el equipo de trabajo, toda vez que se prevea la inminente merma de personal.
La partida masiva de los empleados de la generación baby boomer anuncia un verdadero terremoto para la estructura laboral de las empresas. Pero los cambios no se detendrán aquí. Prepararse para la pérdida de los boomers significa, también, prepararse para el ingreso de sus reemplazantes (empleados más jóvenes y minorías), con habilidades, estilos de trabajo y expectativas profesionales absolutamente diferentes.
