Los empleados deben actuar y adaptarse rápido a los cambios y mantener la serenidad en momentos de presión al enfrentarse a nuevos retos. Las empresas han descubierto que actuar de forma ágil y flexible es crucial para acomodarse a los nuevos retos ayudando a crear equipos que se adapten y desarrollen por el camino.
Aquí van algunas recomendaciones con las que mejorar la adaptabilidad y crear equipos más ágiles y flexibles.
Comprender el papel de los especialistas y el de los generalistas
No se debe esperar que los empleados con más capacidad de adaptación se encarguen de todas las tareas posibles que les caigan. Es probable que tu empresa necesite una mezcla de personas con un conjunto de habilidades especializadas y generales. Y, lo más importante, tu empresa necesita a personas con ganas de crecer y aprender habilidades nuevas.
No importa el tamaño de la empresa. Puede que el mayor generalista de la empresa no sea un trabajador ágil, mientras que otro empleado con un papel hiperespecializado pueda querer aprender.
Todos acabamos de superar muchos cambios. Pero los periodos de incertidumbre se pueden ver como oportunidades para las empresas que luchan, sobre todo las que se centran en las distintas dimensiones que definen nuestra habilidad para adaptarnos a las nuevas circunstancias. Ira Wolfe, líder intelectual de RR.HH., escribía que disponer de una mentalidad de crecimiento o creer que las habilidades más básicas se pueden desarrollar con tesón y trabajo duro, puede contribuir a atraer trabajadores ágiles al proceso de reclutamiento.
«Reclutar con una mentalidad de crecimiento resulta clave para identificar a los que tienen más ganas de aprender, enfrentarse a más retos y adaptarse a las nuevas circunstancias», explicaba.
Incentiva que se asuman riesgos para promover una cultura laboral de adaptación
Hace mucho tiempo que los empleados han visto que arriesgarse (incluso los riesgos calculados) y equivocarse era sinónimo de fracaso en vez de considerarlos como oportunidades para mejorar y aprender lo que funciona y lo que no. Los empresarios deberían tratar de mejorar invirtiendo en la formación de los empleados y en animarlos a arriesgarse.
Es más fácil que los empleados que suelen salir de la zona de confort mediante aprendizaje y desarrollo de habilidades nuevas. Otra manera es que trabajen con proyectos desafiantes y cooperen en caso de situaciones de incertidumbre.
Incentivar la formación tendrá como resultado que las personas estén al día. De este modo desarrollarán sus habilidades y mejorarán tanto sus carreras profesionales como los beneficios de la empresa.
Carrera hacia los equipos más ágiles
Las empresas con plantillas ágiles estarán mejor equipadas para responder ante alteraciones o transformaciones con los clientes o en el mercado. Además, así proporcionarán a su equipo experiencias mejores y más reconfortantes. Al invertir recursos directamente en el aprendizaje y la formación del empleado, las empresas pueden comprometerlos a que les ayuden a crear nuevas habilidades con las que cumplir con las exigencias del lugar de trabajo actual en constante evolución.