Muchas veces las empresas no son del todo conscientes de los beneficios que reporta la formación de sus equipos. Ampliar conocimientos o renovar lo aprendido hará que los empleados estén más comprometidos y sean más productivos y resolutivos. Si quieres conocer en detalle la importancia de la formación en la empresa y cómo puede repercutir en la organización, sigue leyendo, porque en este post te contamos los beneficios del aprendizaje y desarrollo internos.
La importancia de la formación en la empresa, mucho más allá de la formación teórica.
Hace años la Dra. Frances Conley, quien se convertiría en la primera profesora de cirugía de la facultad de medicina de los EE.UU en 1986, supervisó a un residente que operaba a un paciente con un tumor en la médula.
Conley dejó al nuevo médico que se encargara de buena parte del procedimiento, con lo que la operación tardó más de lo previsto. Como los quirófanos cobran por el tiempo que se utilizan, los costes aumentaron y Stanford medicine pidió a Conley que los estudiantes se limitaran a observarla. Ella, sin embargo, insistió en que la mejor forma de formarles era haciéndoles trabajar bajo su estrecha vigilancia. Esto se debe a que la práctica era fundamental en su proceso de aprendizaje.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
Conley mostró el «sacrificio» al que se enfrenta cualquier empresa interesada en formar y desarrollar a su equipo, y este caso que acabamos de relatar nos conduce inevitablemente a la siguiente cuestión ¿Merece la pena el tiempo y dinero necesarios para hacerlo bien?
En principio, los empleados que se formen en nuevas habilidades no tendrán la maestría de los empleados con más experiencia. Formarlos es caro y requiere tiempo. En muchos lugares de trabajo se ha decidido contratar expertos externos y evitar los múltiples beneficios del desarrollo interno, incluso pagar grandes sumas de dinero a los encargados de selección en vez de invertirlo en la propia plantilla.
A largo plazo, las empresas que se centran en la formación perciben más beneficios que gastos. La investigación muestra que concentrarse en el aprendizaje crea empleados leales, comprometidos y productivos. Las empresas, para que puedan considerarse auténticos centros de aprendizaje, deben facilitar estructuras que potencien la formación de los empleados en función de sus necesidades.
3 beneficios del desarrollo del aprendizaje y las habilidades
El aprendizaje y desarrollo internos ofrecen a las empresas múltiples y variadas ventajas que justifican la inversión en las actividades de formación.
- En primer lugar, cuando las empresas invierten en su plantilla, activan la reciprocidad: Los empleados devolverán a sus empresas compromiso al quedarse en ellas. Un informe anotaba que «el 94 % de los empleados se quedaría más tiempo en empresas que inviertan en su desarrollo personal».
- En segundo lugar, invertir en formación es una señal para quienes se forman, porque se demuestra que importan, lo que desencadena el poder de las expectativas positivas. Quienes esperan hacerlo mejor, suelen rendir a alto nivel. Como dijo Jim Goodnight, cofundador y director general del Instituto SAS (la mayor empresa de software privada del mundo): «Si tratas a tus empleados como si marcaran la diferencia, la marcarán».
- En tercer lugar, conservar y mejorar la cultura de una empresa, mediante la promoción y el desarrollo mantiene la potencia de una cultura empresarial. La promoción interna también muestra a la plantilla que tiene futuro para seguir aprendiendo y creciendo. Traer a externos muestra a la plantilla que no puede avanzar y que se valora más a los ajenos que a los internos, lo que conduce a la rotación por desánimo y a la reducción del esfuerzo de los empleados. Muchas empresas con una cultura fuerte, como Southwest Airlines, DaVita y Costco, dan énfasis a la promoción interna para mantener intacta y viva su cultura.
El porqué las empresas siguen invirtiendo poco en formación
La formación y el desarrollo también forman parte de las habilidades necesarias en una economía que cambia rápido y que ha mostrado una tecnología en constante evolución y que se enfrenta a desafíos competitivos.
No obstante, las pruebas sugieren una tendencia a invertir poco en formación y desarrollo. Por ejemplo, tras alcanzar la cúspide en 2017, el gasto total en formación cayó de manera interrumpida en los Estados Unidos durante 2020. Los demás datos bosquejan un cuadro similar. Por ejemplo, un informe descubrió que:
- El 50 % de las empresas estadounidenses no dispone de estrategias de formación formales con las que enfrentarse a la brecha de habilidades.
- El 41 % del personal de los RR. HH. afirmaba que el verdadero problema residía en la falta de recursos.
¿Cuándo dará frutos la formación de mis empleados?
Los altos ejecutivos de las empresas suelen preguntar a los RR. HH. y profesionales de la formación, con frecuencia antes de invertir, por los ingresos que generará su inversión en formación y desarrollo de habilidades. Aún así, la inversión no puede volver a no ser que se produzca. Además, sin paciencia suficiente para observar los efectos en el tiempo, los esfuerzos de trabajo y prestación de servicios suelen depender de las reacciones afectivas de los participantes al evaluar los programas.
Sin embargo, la investigación en varios ambientes educativos muestra una correlación prácticamente nula entre lo que las personas disfrutaron de la experiencia de aprendizaje y lo que aprendieron.
Conceder cierto tiempo al aprendizaje para que se manifieste en el trabajo y confiar en los cambios en el comportamiento y el rendimiento parece ser la mejor manera de evaluar el éxito de la formación.
El aprendizaje y desarrollo necesitan tiempo. No se aprenden habilidades nuevas de la noche a la mañana. Pero contratar externos también supone tiempo y casi la mitad de las búsquedas externas no consiguen encontrar candidatos para contratar que sean aceptables.
Las actividades de aprendizaje y desarrollo precisan de cualidades que parecen escasear. Una perspectiva a largo plazo y la paciencia para trabajar con los empleados hasta que dominan las nuevas habilidades.
La empresa comprende la importancia de la formación cuando formaliza un compromiso con la cultura de aprendizaje
Las mejores soluciones para las empresas requieren que se reconozcan las múltiples ventajas de una programa de aprendizaje y desarrollo sólido y duradero.
Estas incluyen el fortalecimiento de la cultura de una empresa, garantizando que los empleados vean y valoren lo que invierten en sus empleados, la reducción de la facturación y, lo más importante, el desarrollo y las habilidades que se adaptan a un entorno cambiante y competitivo.
Por lo tanto, la importancia de la formación en la empresa radica en la paciencia y el aportar a los empleados una posibilidad de aprender materia nueva. Esto resulta necesario para que las empresas recojan los beneficios del aprendizaje y los esfuerzos de desarrollo.