Tiempo para aprender y crecer es lo que muchos empleados esperaban conseguir con el teletrabajo durante la pandemia; pero a pesar de pasar menos tiempo de camino al trabajo o hablando en la máquina del café, el tiempo sigue erigiéndose como el mayor de los obstáculos entre empleados y aprendizaje. De hecho, entre todos los obstáculos asociados al teletrabajo, los empleados disponen de menos tiempo que nunca. Y aprender nunca había resultado tan importante.
El equipo del laboratorio Cornerstone People Research Lab (CPRL) entrevistó en mitad de la pandemia a 1000 empleados y a 500 altos ejecutivos y managers de RR. HH. de todo el mundo acerca de sus puntos de vista sobre el desarrollo de habilidades en el lugar de trabajo moderno. Las conclusiones se han recopilado en el informe: “A License to Skill: Embracing the Reskilling Revolution” (Licencia para mejorar: Abraza la revolución del reciclaje), que reveló que el 61 % de los empleados consideran el tiempo como una barrera para desarrollarse. Esto, junto a la aceleración de los cambios en el lugar de trabajo, alimenta considerablemente la llama de la inseguridad:
- Al 30 % de los empleados le preocupa que no se necesiten sus puestos de trabajo en los próximos años.
- Al 47 % le preocupa que sus funciones cambien significativamente en los próximos años.
- Al 21 % de los empleados le preocupa la excesiva digitalización técnica de su puesto de trabajo y que otros candidatos más cualificados adopten sus funciones.
- El 18 % pensaba que una máquina automatizaría sus funciones.
Este nivel de incomodidad puede conducir a la incertidumbre, a la falta de compromiso, a la pérdida de productividad, a un mayor ausentismo y a una mayor rotación. Aprender supone una forma de frenar estos miedos, pero, ¿cómo incentivas a tus empleados a sacar tiempo para aprender y forjarse nuevas habilidades cuando les falta ese tiempo?
Haz que el aprendizaje forme parte de su trabajo diario
Los empleados necesitan muchas cosas para sentirse seguros en su posición y trabajo: información continua, tutores, claridad y, por supuesto, aprender. Por ejemplo, el exceso de tecnicidad digital no alcanzará a un puesto de trabajo si el empleado ha invertido mucho tiempo desarrollando habilidades analíticas, digitales y de dominio en su campo. La inversión en el desarrollo continuo actualiza las habilidades de los empleados, reduciendo por tanto el vacío de habilidades e impulsando la confianza, pero se tiene la percepción de que el aprendizaje debe llevarse a cabo fuera del trabajo, en su tiempo libre. Aprender durante el trabajo no solo rompe la barrera del tiempo, sino que se aprende en el momento en que se necesita, haciéndolo más efectivo. Integra el aprendizaje en el trabajo en vez de separarlo.
Al incluir el aprendizaje en el flujo de trabajo, los empleados pueden acceder a la formación y recibirla mientras completan sus tareas laborales diarias típicas. Si necesitan aplicar una habilidad nueva o utilizar una herramienta nueva, deberían acceder al contenido de estos conceptos menos familiares y obtener el conocimiento necesario en su momento. Será más natural y efectivo porque se produce de forma activa y en su ámbito. Los empleados aplican inmediatamente lo aprendido, garantizando así que las lecciones se retienen. Además, eliminando el impedimento de alternar entre trabajo y aprendizaje genera un ciclo de eficiencia: El empleado completa sus tareas laborales al tiempo que mejora sus habilidades, situándose (y a la empresa) en el camino del éxito a largo plazo.
Crear cultura de aprendizaje
Invertir en tecnologías de aprendizaje con las que aprender en el trascurso del trabajo supone una pieza fundamental en la preparación de la plantilla para el futuro. Pero se necesita algo más que tecnología. La sensación de que los empleados deberían aprender continuamente debe percibirse en todos los niveles y fundirse con el tejido más interno de la empresa. La tecnología del aprendizaje podría suponer la vía a través de la cual los empresarios realmente ejecuten el aprendizaje continuo, al tiempo que establecen cambios culturales que se mueven conforme se producen los cambios.
Para más información acerca del estudio mundial de Cornerstone y para acceder a los descubrimientos clave sobre algunos de los mayores retos a los que deben enfrentarse las empresas cuando quieren gestionar el desarrollo de habilidades, descárgate el informe «A License to Skill: Embracing the Reskilling Revolution» (Licencia para mejorar: Abraza la revolución del reciclaje).