Sabemos que el desarrollo del talento es un valor fundamental en nuestra empresa. El departamento de recursos humanos está acostumbrado a pensar en términos grupales; sin embargo, el futuro de los recursos humanos se da la mano con la tendencia a la personalización.
Claves de la gestión integral del talento
La empresa debe potenciar la flexibilidad para buscar soluciones personalizadas ya que las circunstancias de cada trabajador son diferentes; es decir, tienen un nivel de implicación con el trabajo y unas expectativas concretas. No existe una solución capaz de satisfacer a todo el equipo y por este motivo nace la personalización.
Esta personalización comienza en el mismo instante en el que un candidato se incorpora al puesto de trabajo. En ese caso, es positivo que el departamento de recursos humanos ponga a disposición del recién llegado, por ejemplo, una serie de opciones a nivel retributivo o a nivel de horario.
¿De qué forma se está materializando este cambio en la gestión de los recursos humanos?
Observamos que las empresas se abren hacia nuevas opciones de formación y lo hacen, por ejemplo, rompiendo con la inercia de los planes de grupo para elaborar itinerarios totalmente personalizados. Planes que permiten la evolución de cada trabajador desde su propia experiencia.
Estos itinerarios propician un desarrollo completo del empleado. Además, sabemos que esta formación personalizada, que da respuesta a las necesidades específicas de cada empleado, potencia la implicación de cada profesional con la organización.
Una empresa tiene una cultura organizacional marcada por la misión, la visión y los valores del proyecto. Este proceso de personalización puede ayudarnos a dar ejemplo aplicándose en distintos ámbitos; por ejemplo, la posibilidad de un horario flexible en el momento de entrada y salida de la jornada.
La personalización aumenta la motivación profesional de los trabajadores, sencillamente, porque uno de los grandes problemas de la gestión de recursos humanos centrada en el grupo es que muchos trabajadores terminan sintiéndose un simple número. Es decir, se sienten infravalorados por recibir un trato impersonal.
La especialización
El entorno empresarial es cambiante porque su contexto es dinámico. Por esta razón, las empresas priorizan la contratación de profesionales que no solo pueden acreditar un título específico en su currículum, sino que también tengan una actitud proactiva respecto a la toma de decisiones innovadoras. Cada persona es tan importante que las empresas de éxito son aquellas que propician los vínculos laborales estables.
Por tanto, el desarrollo del talento es un punto de inspiración constante para una organización que no solo apuesta por aquellos trabajadores que ocupan puestos de responsabilidad. La empresa del futuro evoluciona en la dirección de los perfiles especializados. Allí está nuestra meta. Los trabajadores son el centro y las organizaciones deben cuidarlos, ya que la imagen que tengan los trabajadores de la propia organización influye positiva o negativamente en la misma.