La COVID-19 ha roto las relaciones entre personas y nos alegra volver lentamente a abrazar y dar apretones de mano. Y, aunque sabemos que nuestra familia nos espera con los brazos abiertos en casa, ¿Qué pasa con nuestros compañeros de trabajo, y lo que la vuelta al trabajo conlleva?

Este nuevo virus lleva año y medio planteando nuevos escenarios, tesituras y situaciones cotidianas y legales. En junio de este mismo año, os hablábamos sobre la legislación que se llevó a cabo a principios de verano sobre el pasaporte COVID. Ahora, en septiembre y con la vuelta de las vacaciones, los empleados que han teletrabajado durante más de un año empiezan a volver al trabajo presencial en la oficina. Mientras, los trabajadores esenciales que han trabajado físicamente durante lo peor de la pandemia pueden sentirse más valientes para dar apretones de manos a diestro y siniestro. 

Los empleados que llevan teletrabajando más de un año, comienzan a volver a la oficina

Aun así, la interacción laboral puede resultar compleja. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su significado en inglés) recomiendan el uso de mascarilla y guardar la distancia social, salvo que todas las personas de la sala estén vacunadas. ¿Vas a cotillear en el estado de vacunación de alguien con quien vayas a programar una reunión? ¿Cómo volvemos al trabajo con normalidad? ¿Nos saludaremos siempre con los codos? 

Para una vuelta al trabajo segura para todos, da pautas claras

Cuando la gente vuelva al trabajo, que queden claras las reglas. No dejes abierta la puerta de las conjeturas. 

Por ejemplo, si tu Comunidad Autónoma no regula la obligatoriedad de la mascarilla y las personas no suelen llevarla en sus mesas, pon un cartel en la sala de reuniones que diga: «Uso obligatorio de mascarilla en la sala de reuniones.» Y coloca una caja con mascarillas y gel de manos desinfectante en una mesa fuera de la sala.

Deberían distribuirse señales similares en las demás zonas comunes: baños, ascensores, etc. La señalización evita la confusión y permite meter en cintura a quienes quebrantan las normas.

Vuelta al trabajo tras el COVID
Hay que garantizar la seguridad de los trabajadores en el espacio de trabajo, y asegurar que se respetan las normas para preservar la salud de todos.

No esperes a que los trabajadores mantengan la distancia social durante la vuelta al trabajo, crea el lugar para ellos 

Algunos ya se han vacunado y están preparados para mantener distancias más cortas, otros están dispuestos a un acercamiento, aunque no se hayan vacunado. En cualquier caso, el espacio sigue siendo nuestro tablero de juego, y todos los empleados deben respetar las normas de distanciamiento social. 

Si tus empleados suelen trabajar en cubículos, tendrás que replantearte la organización. Separa las mesas al menos dos metros o pon barreras de plástico, como las que habrás visto en las terrazas de los restaurantes. Limita la capacidad de las salas de juntas con el fin de garantizar que los empleados pueden dejar dos metros de distancia entre sí. Pon marcas entre las sillas para que no quepan dudas de cuánto son dos metros.  

Hoy, NO compartir significa cuidar

Trabajas con adultos que pueden decidir si quieren compartir la comida, pero si tu equipo cuenta con miembros que celebran sus cumpleaños trayendo algo de desayunar para toda la oficina, quizá debas desalentar esta costumbre durante un tiempo. Así, nadie se sentirá obligado a comer nada que pueda hacerle sentir inseguro, y nadie se ofenderá porque sus compañeros no han tocado esos apetecibles bollitos de chocolate. 

Las raciones compartidas de los viernes tendrán que esperar también porque el cuenco común de los panchitos o patatas también supone un contenedor de gérmenes.

Vuelta segura al trabajo.
Compartir ciertos materiales puede ser un peligro en la situación actual. Hay que evitar situaciones de riesgo en la medida de lo posible.

La vuelta al trabajo debe ser segura, pide respeto

La parte más importante del plan de vuelta al trabajo se refiere a la comunicación concreta. Sean cuales sean las normas de tu empresa, déjalas claras explícitamente. No dejes nada en el aire. 

Otro apunte más: En función de las normativas de tu comunidad, el equipo administrativo puede optar por adoptar un enfoque más laxo de ciertas normas, como el requisito de las mascarillas. No obstante, deja claro a tu equipo, que se respetará a cualquiera que prefiera seguir normas de distanciamiento social y uso de la mascarilla más estrictas. Haz énfasis en que quieres que todos vuelvan a la oficina de forma segura y cómoda.