Trabajar con un freelance

La fuerza de trabajo freelance está creciendo rápidamente; esto es un hecho que nadie se cuestiona. Sara Horowitz, directora ejecutiva del Sindicato de Freelancers de los Estados Unidos, ha incluso afirmado que “se trata de un cambio económico de magnitud comparable a la Revolución Industrial”. Por ello, es importante que las empresas aprendan a trabajar eficazmente con los trabajadores freelance.

Algunos managers son reacios a la idea de incorporar más freelancers a su equipo de trabajo, bajo la impresión de que pueden traer problemas. Pero, de hecho, el crecimiento del trabajo freelance abre tantas oportunidades para los empleadores como lo hace para los trabajadores: esta nueva “economía bajo demanda” (comúnmente llamada también por el anglicismo “gig economy”, por su carácter flexible, independiente y discontinuo) puede expandir la fuente de talentos, empoderar una fuerza de trabajo móvil y permitir a tu compañía concretar sus proyectos más rápidamente.

¿Es lo mismo trabajar con un freelance que gestionar un equipo de gente propio?

Eso no significa que gestionar freelancers sea lo mismo que gestionar empleados de tiempo completo. Por supuesto que no lo es. Pero aun así, con la ayuda de su equipo de RRHH, un manager debe poder integrarlos de manera eficiente. Simplemente debe comprender los problemas más comunes que surgen en este tipo de acuerdos laborales; así, la compañía podrá establecer protocolos útiles antes de que las cosas se pongan complicadas (y también para saber manejar la situación en caso de que se desate un conflicto).

Aquí hay tres desafíos típicos que las empresas enfrentan al trabajar con freelancers, y la mejor manera de encararlos.

Trabajar con un freelance implica que los managers sepan cómo deben coordinar sus labores para integrarlas con las del resto de empleados
Es fundamental que los managers sepan cómo coordinar el trabajo de sus equipos con el de un trabajador freelance que, recordemos, no se le puede gestionar igual que a otro miembro del equipo

Primer desafío: la comunicación a la hora de trabajar con un profesional freelance

Cuando se trata de trabajo freelance, estás gestionando personas que podrían estar trabajando en un escritorio, a bordo de un avión o incluso al lado de una piscina. Una comunicación clara y consistente entre el freelancer y el manager es necesaria para que el acuerdo funcione. De lo contrario, hay una alta probabilidad de que ocurran malentendidos y que ambas partes se sientan frustradas.

Sigue estos 4 consejos para evitar estos percances:

  • Establecer el protocolo de emails con anticipación: formato establecido por la empresa, estilo de escritura, jerarquía de prioridades, etc…
  • Programar con anticipación las fechas de cada chequeo de progreso.
  • Idear un sistema para resumir y repasar el contenido de las reuniones, para que ninguna información importante se pierda.
  • Monitorizar los proyectos de un modo que sea cómodo para ambas partes.

Segundo desafío: la colaboración entre el freelancer y la empresa

Al integrar a un freelancer a un proyecto colaborativo con empleados de tiempo completo, es vital identificar el rol de cada uno en el equipo. Si nadie sabe quién está a cargo, o quién está manejando los aspectos organizativos, tendrás resultados pobres y seguramente tareas hechas dos veces – una pérdida del tiempo de todos. Ni hablar de las frustraciones y resquemores internos que tales malentendidos pueden provocar.

Trabajo colaborativo entre empleados y freelance
Una mala organización, en la cual los miembros del equipo no sepan qué debe hacer cada uno, no solo generará confusión, sino también tensiones y malentendidos

Una de las maneras más eficaces de asegurarse un ambiente positivo de trabajo entre freelancers y empleados es seguir el enfoque “ORPI” (GRPI, por sus siglas en inglés):

  • Objetivos: los managers deben asegurarse de que todos los miembros de su equipo conozcan el objetivo final del proyecto.
  • Roles: todos los miembros deben saber claramente qué rol juegan en el equipo, y también qué roles juegan los demás.
  • Procesos: es recomendable que los managers estén abiertos a modificar el plan que tenían en mente, en caso de que surjan dificultades o propuestas superadoras– la flexibilidad es clave para maximizar la eficiencia.
  • Interacciones: los managers deben respetar la cultura laboral de la empresa incluso cuando interactúan con alguien que no viene a la oficina… Lo cual nos lleva a nuestro tercer desafío.

Tercer desafío: la cultura de trabajo de ambas partes

La cultura organizacional es dinámica. Con un equipo de trabajo dividido entre miembros en la oficina y miembros fuera de ella, esta cultura puede fácilmente comenzar a tomar su propia forma -te guste o no. Los managers pueden producir un enorme impacto en la forma que está tomando. Estos tres consejos pueden ayudar a conservar la cultura de trabajo con freelancers:

  • Ten presente a la cultura durante el proceso de selección. No contrates freelancers solo por sus habilidades o su experiencia: asegúrate de hacer preguntas para medir su afinidad cultural con tu empresa.
  • Expresa la cultura laboral deseada con tus propias acciones, comportamiento y estilo comunicativo con ellos.
  • Intégralos a la organización: asócialos con un empleado experimentado, agrégalos a las reuniones de toda la empresa, hazlos receptores de los newsletters corporativos y, si es posible, invítalos a trabajar en la oficina durante el proyecto.

Trabajar con un freelance es una práctica cada vez más común y que continuará en auge. Es una de las tres profundas transformaciones de recursos humanos que estamos viviendo en la actualidad, junto con el retiro masivo de los baby boomers y el ingreso acelerado de minorías étnicas. Los managers y los equipos de RRHH que se toman el trabajo de adaptarse eficazmente a estas tendencias tendrán una enorme ventaja: aprenderán pronto a beneficiarse de la diversidad de las modernas fuerzas de trabajo.